Mandala de cuerda seca

Comenzamos con esta entrada una serie de técnicas básicas (TB); procesos cerámicos básicos para la elaboración y decoración de piezas.

Podéis ver el proceso completo en el siguiente vídeo

Para la cuerda seca necesitamos un dibujo de línea, azulejos bizcochados, una lápiz graso o color de tercer fuego y trementina veneciana, una espátula o una perilla y los esmaltes adecuados ( por ejemplo los de la casa Prodesco http://www.prodesco.es/sp/tienda.asp?n1=7&n2=41 ).

Primero transferimos el dibujo al azulejo, por ejemplo usando papel carbón. Si se trata de un mural, hay que tener mucho cuidado con la alineación de cada pieza. Lo más fácil es trabajar con el dibujo a escala real y calcar el dibujo todo de una vez. También podemos dibujar a mano alzada con un lápiz de grafito blando (2B).

Una vez calcado el dibujo, lo repasamos con lápiz de grafito o como en este caso con un color negro de tercer fuego empastado con trementina veneciana o grasa miel. Esto crea unas celdas bordeadas por un medio graso que hará de barrera cuando las llenemos con el esmalte que estará en suspensión acuosa.

Mezclamos los esmaltes con agua hasta tener una consistencia adecuada (como la nata líquida).  Si la celda a rellenar es grande, podemos humedecerla con agua para que el esmalte quede más homogéneo. Para las celdas pequeñas podemos usar una espátula pero para las celdas más grandes es mejor usar una perilla.

Hay que aplicar una capa bastante gruesa, de entre 1 y 2 milímetros. Si nos quedan irregularidades o alguna celda se desborda, es mejor esperar a que se seque por completo para raspar los errores.

Cuando hayamos terminado con todas las celdas, lo dejamos secar y lo cocemos según el esmalte que hayamos utilizado, en mi caso a 980ºC.